Para aprovecharla se emplean unos aparatos denominados colectores, los cuales pueden ser de dos tipos:
- Colectores planos: están formados por una caja recubierta de material aislante con la parte superior de vidrio trasparente. Este permite el paso de la radiación y el color negro de las conducciones incrementa la absorción de calor en ellas. El calor queda atrapado, ya que el material aislante y el vidrio impiden que se disipe al exterior.
- Colectores de concentración: la superficie de captación se concentra en una línea o en un solo punto. La cantidad captada de calor por este método es muy superior a la que se consigue en los captadores planos. Tiene aplicación industrial. La gran cantidad de calor obtenida en este tipo de colectores también se puede aprovechar en las centrales heliotérmicas para generar energía eléctrica.
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